Junio-Julio 2024 No 3

Video: Síntomas del embarazo

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Parto sin miedo

Prepararnos para el gran momento y adaptar nuestro entorno para que todo fluya con más fácilidad nos puede ayudar a tener una mejor experiencia de parto y a vivir el proceso de una manera mucho más positiva.

El parto es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer, pero también es demandante física, mental y emocionalmente. Muchas embarazadas se preguntan si van a ser capaces de afrontarlo y de disfrutarlo como se merece.

El embarazo es el momento de conocerse y preparar el cuerpo, la mente y el entorno para vivir el parto de una manera positiva y fluida. Confía, déjate llevar, escucha a tu cuerpo, dale el valor que se merece y haz lo que necesita que haga en cada etapa del parto.

La oxitocina: nuestra aliada en el parto

Si bien aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que desencadena el parto, lo que sí sabemos es que la oxitocina es la hormona responsable de que las contracciones sean cada vez más rítmicas.

Al ser la hormona del placer, la oxitocina se libera cuando te sientes cómoda, confiada y segura. Por tal razón, es fundamental que estés lo más tranquila posible al momento del parto, pues el miedo libera adrenalina, una hormona que inhibe la producción de oxitocina.

El motor del parto: las contracciones

Al principio, estas contracciones no son muy intensas, tienen una frecuencia completamente irregular y una duración variable. Su función es preparar el cuello del útero para que se vaya ablandando y acortando.

Cuando las contracciones se presentan con la misma frecuencia, intensidad y duración, entramos en fase de parto.

Prepara el entorno para poder fluir con los 5 sentidos

VISTA: Está comprobado que la oxitocina fluye más a media luz. Lo ideal sería colocar una lamparita o unas velas que proporcionen luz tenue y nos inviten a la calma y a la relajación.

OLFATO: La aromaterapia ayuda a que todo fluya. Se pueden utilizar velas o aceites esenciales para preparar el entorno.

OÍDO: Al final del embarazo, puedes preparar dos listas de reproducción con canciones que te gusten, te generen bienestar y energía positiva. También es importante cuidar las afirmaciones positivas. Puedes elegir una frase y repetirla a lo largo del proceso de parto, como una especie de mantra.

GUSTO: Para el día del parto, puedes tener preparados frutos secos o tus frutas favoritas, que sean fáciles de comer y te den un plus de energía para continuar con el proceso.

TACTO: Puede ser útil preparar un objeto del bebé, algo que te recuerde cuál es el objetivo de todo esto; los masajes y aplicar calor con un saco de semillas también pueden ser de ayuda para relajarte y calmar el dolor.

¿Sabes por qué es más probable que el parto se desencadene de noche? Porque, por la noche, en la tranquilidad de nuestro hogar, la oxitocina fluye mejor y las contracciones se desencadenan con más facilidad.

Relájate y no pierdas de vista que vas a conocer al amor de tu vida. Es el momento de escuchar a tu cuerpo, de confiar en él. Recuerda que lo normal es que el parto sea un proceso lento, que puede durar una media de entre 8 y 12 horas,en el caso de las primerizas, o entre 6 y 8 horas si se trata del segundo parto.

Maniobras de Ortolani y Barlow

Las maniobras de Ortolani y Barlow se efectúan a todos los bebés inmediatamente después del nacimiento. El neonatólogo las practica para detectar si existe alguna anomalía en la articulación de la cadera. Si así fuera, podría tratarse de una displasia de cadera.

¿Cómo se realizan?

Las maniobras de Ortolani y Barlow son una serie de movimientos que consisten en flexionar y abrir con delicadeza las piernas del niño, para comprobar si la articulación actúa de una forma anómala. Si éste es el caso, podría indicar una displasia de cadera.

Los recién nacidos que tienen antecedentes familiares con este problema son los que presentan mayor riesgo. Por lo tanto, si en la familia han habido casos de displasia de cadera, se debe observar atentamente al pequeño desde el momento del nacimiento.

Trastornos comunes durante la lactancia

Existen ciertos problemas que pueden dificultar la lactancia y hacer que la mamá opte por abandonarla. Estos trastornos tienen solución si se identifican y tratan a tiempo, y la mamá cuenta con el asesoramiento profesional adecuado.

La mayoría de las dificultades a la hora de dar el pecho vienen acompañadas de dolor, que es el detonante para poner fin a la lactancia. En esta primera entrega te explicamos cuatro de los más comunes.

INGURGITACIÓN: El pecho se nota algo más caliente, inflamado y duro. Incluso es posible tener febrícula. Cuando está muy duro, produce dolor y el bebé no se puede agarrar a él para alimentarse. Aplicar frío y realizar el masaje PIS (Presión Inversa Suavizante) son las medidas más efectivas para aliviar la tensión de la zona de la areola y que el bebé pueda agarrare a él mejor.

GRIETAS: Son heridas en los pezones, generalmente, muy dolorosas, que pueden sangrar durante o después de la toma. En la mayoría de las ocasiones, aparecen por un mal agarre al pecho. Corregir la posición del bebé mientras mama es fundamental para que las grietas se curen.

OBSTRUCCIÓN: Se manifiesta a través de un bulto doloroso en el pecho, provocado por la obstrucción de alguno de los conductos galactóforos por donde pasa la leche.

Masajear la zona con movimientos en círculo, en dirección al pezón, ayuda a aliviar el malestar y resolver el problema.

MASTITIS: Es una inflamación de uno o varios lóbulos de la glándula mamaria, que puede estar infectada o no. Existen diferentes tipos de mastitis, en función de la bacteria que la haya ocasionado. Algunas de las manifestaciones más comunes son dolor, que puede ser local o difuso, bulto o hinchazón, enrojecimiento o quemazón, fiebre, etc. Según los síntomas, se administra un tratamiento u otro. Generalmente se trata con antiinflamatorios y antibióticos.

No te pierdas el próximo número de Mi bebé y yo, en el cual te explicaremos cuatro trastornos más y todo lo que tienes que saber sobre la una dificultad añadida: la crisis de lactancia.

Video: Cómo aprende a hablar

En este video conocerás el desarrollo del lenguaje del niño: desde sus primeros balbuceos hasta que aprende a hablar.

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EUCERIN® by MI BEBÉ Y YO

PIEL SANA E HIDRATADA
para toda la familia

Una piel sana es la principal barrera protectora contra los agentes externos que pudieran dañarla. Durante el embarazo y en el caso de los bebés, hay que prestar mayor atención a su cuidado. Para ello, te presentamos la línea pH5 de Eucerin^®, que con sus propiedades e ingredientes es ideal para pieles secas y sensibles.

En el embarazo

La piel sufre diversas alteraciones debido a los cambios físicos y hormonales, entre los que destacan:

Oscurecimiento en zonas como el ombligo, las axilas, la entrepierna o el abdomen.
Paño o melasma, que se caracteriza por una pigmentación café en la zona central de la cara.
Comezón en el abdomen, la zona genital y perianal.
Sarpullido a causa de la sudoración excesiva.
Las famosas y odiadas estrías.

Si bien el embarazo es una etapa de muchas modificaciones en la piel, lo mejor que puedes hacer para cuidarla y protegerla es utilizar diariamente la loción hidratante pH5 de Eucerin^®, que, además de proporcionar hidratación y humectación prolongada, su exclusivo sistema Eucerin pH5 Balance restablece el nivel óptimo de pH de la piel y refuerza sus defensas naturales, haciéndola más resistente a los factores ambientales y reduciendo su sensibilidad. Así, los síntomas del embarazo que afecten directamente a tu piel serán más llevaderos.

No más pieles secas

Se ha demostrado clínica y dermatológicamente que los productos de la línea pH5 de Eucerin^® son ideales para el uso diario en piel seca, sensible y propensa a alergias. Protegen la piel de la sequedad, favorecen una hidratación duradera y la dejan suave y tersa.

Eritema solar y niños, ¿qué debes saber?

Es una inflamación de la piel que se produce por una exposición excesiva a los rayos solares. El eritema es una quemadura de primer grado.

¿Cómo se manifiesta? Aparecen manchas rojas acompañadas de una fuerte sensación de comezón.

¿Qué hacer? El enrojecimiento puede remediarse con compresas de agua fría y bicarbonato, y también con la aplicación sobre la piel de un buen producto para después del sol, apropiado para el niño.

¿Cómo prevenirlo? El niño no debe exponerse al sol en las horas más cálidas del día (entre las 12 y las 16 h). Siempre debe estar protegido con un protector solar con FPS 50+, que debe replicarse entre 2-4 horas, y usar sombrero y lentes de sol.

En caso de que la piel presente ampollas (que indica una quemadura de segundo grado) o el niño experimente síntomas de golpe de calor, hay que acudir a urgencias.